Morghi, el sumo sacerdote de la diosa Yhoundeh, ha irrumpido en la torre de cinco niveles de forma pentagonal de su archienemigo: el mago Eibon. Este último había adquirido una sombría reputación entre las personas de la distante península nórdica de Mhu Thulan por sus supuestas relaciones con el dios Zhothagguah, cuya adoración era incalculablemente más vieja que el hombre; y se creía que la magia de Eibon había sido obtenida de su ilícita afiliación con la oscura deidad, quien había descendido a través de los mundos desde un universo alienígena, en tiempos primigenios, cuando la tierra no era más que un cieno burbujeante.

Este es el arranque tan particular del relato con el que Ashton Smith nos acerca de forma inexorable a sus ideas acerca de otros mundos alienígenas que habitan planetas cercanos. En este caso Saturno será el escenario de los acontecimientos en los que ambos personajes se verán envueltos durante su aventura; un Saturno totalmente alejado de la realidad pero lleno de la exquisita imaginería de la época pulp. Un mundo lleno de pueblos con habitantes de morfología diversa, donde en muchos de ellos aún adoran a deidades primigenias que en algunos casos aún moran en el planeta. Estas deidades sí, son las que comparten universo dentro de los Mitos de Cthulhu, escritos principalmente por Lovecraft pero acompañados por otros autores como el propio Ashton Smith o August Derleth entre otros muchos.

En la primera parte de la historia se nos muestra un retazo del mundo de Hiperborea, ese continente imaginario de algunas historias del autor. Solo se dejan algunas pinceladas para ubicarnos en este mundo y situar la historia ya que pronto, tras un viaje a través de una especie de portal, nuestros protagonistas se transportarán al planeta anillado donde se desarrollará la trama principal. Es en esta segunda parte donde podremos disfrutar de la fantasía planetaria en todo su esplendor con un Saturno rocoso y habitable lleno de extrañas culturas alienígenas. El desenlace final se acerca a la ironía, casi al límite de lo cómico, pero no es más que un cierre a la fantasía que realmente el autor quiere aprovechar y mostrar.

Nota: El primer párrafo a modo de sinopsis está extraído de un blog que me ha parecido muy bueno desgranando la obra de este autor: Zotique el último continente.